Tanto el fútbol territorial como el fútbol nacional, incluso el internacional, todos estamos condicionados al tema de la salud. Estamos pendientes de que se pueda practicar el deporte, tanto para la seguridad de los deportistas como para la de los espectadores, y hasta que no tengamos claramente la definición de que se puede comenzar a practicarlo estaremos condicionados.
Bien entendido que, tanto a nivel nacional y siguiendo las instrucciones de la UEFA, FIFA y la Federación Española por los contactos que estamos teniendo por vídeo conferencia con el presidente Luis Rubiales, la idea es que las competiciones deben terminar.
Han salido comentarios de que si debiera valer la clasificación de la primera vuelta, que si podía terminar la competición tal como estaba cuando se paró como consecuencia del virus, y también había quien hablaba de que la temporada dejase de existir, de que desapareciese y como si no se hubiese jugado.
Esas propuestas no son lógicas porque lo normal es que la temporada termine y para ello respetando las condiciones que había cuando comenzó, que es lo que debe ser en una competición seria, no pueden cambiarse las normas de competición a lo largo de la misma. Esa es la idea en principio y repito, tanto a nivel nacional como territorial.
Lo que pasa es que estamos condicionados a ver qué pasa con el fútbol profesional porque tenemos la vinculación con alguna de las categorías que son no profesionales como Segunda División B y Tercera División que están condicionados sus ascensos al fútbol profesional.
A nadie se le escapa que la mayor parte de los jugadores y de las competiciones que organiza la Federación Aragonesa son de aficionados. ¿Se puede hablar de paralelismo entre el fútbol profesional y el fútbol aficionado?
Digamos que la Segunda División B tiene una vertiente mixta porque no pertenece a la Liga de Fútbol Profesional, pero cuando se comience la competición, cuando se ponga en marcha, el problema es similar.
Existía una clasificación hasta ese momento que habrá que concluir y cerrar en Segunda División B, igual que en las categorías regionales, en las juveniles, etcétera, etcétera. Hay que terminar la competición, veremos qué espacio nos queda en función de cuando se levante la prohibición de las autoridades sanitarias.
En cuanto al fútbol base, habrá que tener otro componente como es la dependencia de los colegios.
Efectivamente, ese es un condicionante que tendremos que revisar. Por eso estamos condicionados por los colegios y algo tienen que decir, cuando se abran, cuando funcionen, que espacios haya. Naturalmente.
De todas formas, las competiciones que son de base, en función de que la clasificación no sea determinante para ascensos y descensos es más fácil buscar soluciones para terminar la competición. El problema está cuando se juegan ascensos y descensos porque nadie quiere… los que están por abajo no quieren que termine cuando están mal y los que están por arriba que quieren subir, hay otros que piensan que pueden lograr esos puestos y tampoco quieren que se termine la competición. Es decir, que quieren que se termine.
En el fútbol base, en las categorías formativas y sobre todo los pequeñitos, veremos a ver cómo queda porque estamos en función de los espacios que pueda dejar el colegio.
Lógicamente, todo dependerá de las autoridades sanitarias pero la asistencia de público en el campo va a decidir cuándo se van a iniciar las competiciones.
Nosotros, como manifestó la Federación Española, somos partidarios de que el fútbol tiene que tener espectadores. Los aficionados son los que mantienen realmente el fútbol y los que con su seguimiento hacen posible esta competición y el interés que tiene.
Ahora, lógicamente, como es natural, para terminar o rematar competiciones tenemos que estar también con el condicionante de lo que permitan las autoridades sanitarias. Lo primero y por encima de la competición está la salud y si las autoridades sanitarias no admiten una fórmula pues habrá que respetarla.